Debates en el Parlamento Europeo (26/04/2013)

 

La Comisión de Medio ambiente del Parlamento Europeo (Comisión ENVI) ha confirmado el objetivo de limitar a la cantidad de 95 gr/km las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos en el año 2020 y ha propuesto un nuevo objetivo más restrictivo de cara a la Estrategia Horizonte 2020.

El objetivo de 95 gr/km ha sido aprobado por cuarenta y siete votos a favor, diecisiete en contra y una abstención. Para el Horizonte 2020 se pretende como objetivo una cifra entre 68 y 78 gr/km de CO2. Estas cifras vienen a representar la emisión máxima autorizada para los fabricantes registrados dentro de la Unión Europea.

De este modo, los fabricantes deberán producir modelos de vehículos capaces de alcanzar esos límites de emisión, más adecuados para el medio ambiente. Los fabricantes contarán con un sistema de “super créditos” para aquellos vehículos que emitan menos de 50 gramos de CO2.

Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, el objetivo fijado por la Comisión ENVI supone una mala noticia ya que consideran que será muy probable que aumenten los costes de producción y que estas propuestas “pongan en peligro la capacidad de la industria para mantener su liderazgo tecnológico y ambiental”. La asociación insta a los Estados miembros y al Parlamento a adoptar una posición “más equilibrada y realista”. En contraposición, la ONG Greenpeace, y otras organizaciones relacionadas con medio ambiente y de consumidores han acogido con satisfacción esta votación, aunque desde Greenpeace lamentan que se haya mantenido el sistema de “super créditos” dado que permite a fabricantes y productores seguir haciendo vehículos pesados ineficientes y contaminantes.

Por otra parte, la Comisión parlamentaria de Medio Ambiente ha debatido sobre la necesidad de fortalecer el vínculo entre la política industrial y la ambiental, a través de un verdadero “New Deal” (nuevo acuerdo) que lleve a un marco de crecimiento más sostenible y generador de empleo. Este reforzamiento de los vínculos entre política industrial y ambiental debe basarse en una mayor protección del capital natural y de la biodiversidad, así como en una utilización eficaz de los recursos.

Este es uno de los objetivos centrales de las orientaciones de la política ambiental de la Unión Europea para 2020 y, además, es una prioridad para la actual Presidencia irlandesa en el Consejo. Los eurodiputados parecen estar de acuerdo con la aceptación de este objetivo, ya que desde principios del mes de mayo está previsto que comiencen las negociaciones con el Consejo.